Introducción: El arte de distribuir el agua en el desierto
La gestión del agua en zonas áridas es un reto ancestral. En Elche, ciudad situada en una de las regiones más secas del sureste español, los árabes desarrollaron un sistema hidráulico sin precedentes, cuyo corazón era la Acequia Mayor. Este sistema no solo permitió la supervivencia agrícola, sino que impulsó el crecimiento de la Ciudad y del Palmeral de Elche, hoy Patrimonio de la Humanidad.
Uno de los elementos más singulares de este legado son los partidores árabes: estructuras diseñadas para dividir con precisión milimétrica el caudal de agua. Funcionan aún hoy y representan un ejemplo único en Europa de ingeniería rural viva.
Origen del sistema: cuando la escasez se convirtió en ingenio
El Palmeral como solución hidráulica
La plantación organizada de palmeras no fue un accidente paisajístico, sino una estrategia hídrica. Las palmeras datileras, resistentes a suelos salobres y a temperaturas extremas, generaban un microclima bajo su sombra. Esto permitió cultivar en su interior especies como el granado, la higuera, la alfalfa e incluso el olivo.
Este modelo de agricultura en pisos, gestionado con agua controlada, exigía un sistema preciso para distribuir el recurso: ahí nacen los partidores.
De la Acequia Mayor al huerto
El agua, canalizada desde, primero el río Vinalopó y después desde el Pantano de Elche a través de la Acequia Mayor, se ramifica por 21 brazales secundarios. Pero para repartir el caudal equitativamente, los árabes diseñaron una red de partidores móviles, adaptados al flujo y dotación correspondiente a cada huerto, según el turno (tandeo).
Partidores móviles y fijos: tecnología milenaria
Diferencias entre partidores fijos y móviles
En el sistema hidráulico ilicitano encontramos dos tipos de partidores:
- Fijos: como Albinella y Marchena, que representan derechos históricos inalterables de acceso al agua.
- Móviles: el resto, diseñados por los árabes para ajustar el reparto y subastar los sobrantes por tiempo (hasta un cuarto de hora).
Ambos tipos coexistían para garantizar tanto el acceso permanente como la flexibilidad del sistema.
El tajamar y el arpó: precisión técnica
En los partidores móviles destaca la presencia del tajamar, pieza angular de madera sumergida en el canal, capaz de cortar la corriente de agua. Este elemento, fabricado con maderas resistentes al agua — hoy en día las mismas utilizadas para las embarcaciones de pesca de Santa Pola—, se combina con el arpó, una barra de hierro con agujeros calibrados.
Este mecanismo regula el paso del agua según una medida tradicional: hilos, medios hilos y cuartos de hilo, permitiendo una distribución exacta entre los regantes.
Elche, único en Europa
Este sistema de partidores móviles no tiene parangón en Europa. Su diseño, regulación y funcionamiento han perdurado desde época andalusí hasta nuestros días, lo que demuestra no solo su eficacia, sino la capacidad de Elche para conservar su memoria hidráulica.
Este modelo se considera patrimonio técnico, cultural y etnográfico, al reunir saberes transmitidos de generación en generación por los propios agricultores y regantes.
Lista de partidores históricos
Entre los partidores más relevantes de la Acequia Mayor del Pantano se encuentran:
Fijos: Albinella, Marchena
Móviles: Carrell, Asnell, Anoi, Candalix, Real, Abdet, Alingasa, Matrof, Alcaná, Nafís, Atufá, Cunyera, Saoní, Alàdia, Franc, Alausa, Alborrocat, Anacla, Palombar, Sinoga o Avall, y el Forat o Albelló.
Estos partidores conforman una red de ingeniería hidráulica que permite mantener activo el sistema de riego tradicional más longevo del Mediterráneo occidental.
Subasta de agua: una economía hídrica
Una de las prácticas más llamativas del sistema ilicitano era la subasta pública de agua. Cuando un huerto no necesitaba su turno completo, ese excedente se subastaba en la comunidad, en bloques de tiempo tan precisos como 15 minutos.
Este método permitía democratizaba el acceso al recurso y una autorregulación eficaz entre regantes. La base del sistema era la confianza, el orden y la tradición.
Este método permitía democratizaba el acceso al recurso y una autorregulación eficaz entre regantes. La base del sistema era la confianza, el orden y la tradición.
Recuperación patrimonial y futuro
Proyecto en marcha
En la actualidad, la Comunidad de la Acequia Mayor del Pantano, bajo la presidencia de D. Francisco Picó Antón, ha iniciado un proyecto de recuperación patrimonial de varios partidores clave: Albinella, Marchena, Carrell, Asnell, Anoi y Candalix.
Gracias a una subvención de 120.000 euros concedida por la Diputación de Alicante, se están restaurando estructuras, reforzando márgenes y documentando todo el sistema para su puesta en valor cultural.
Conservación como estrategia de futuro
La protección de los partidores no es solo una acción histórica: es también una herramienta de sostenibilidad hídrica. Con el avance del cambio climático y la escasez de agua, recuperar estos sistemas tradicionales puede ser clave para una agricultura local resiliente y consciente.
Conclusión: un legado que sigue fluyendo
Los partidores árabes de Elche son la prueba viva de que la inteligencia hidráulica no es solo cosa del presente. Durante más de mil años han repartido agua con precisión, sostenido el Palmeral, nutrido los huertos y estructurado el paisaje.
Conservarlos no es solo una cuestión de patrimonio, sino un acto de coherencia con la historia, la sostenibilidad y la identidad ilicitana.
Partidores


